Llegar a dominar las matemáticas es todo un proceso. Ningún alumno es por naturaleza bueno o malo en matemáticas. Nuestras mentes están en constante crecimiento y al incorporar un enfoque que permita a los estudiantes sumergirse en las matemáticas, ellos se vuelven más capaces. Un estudiante que es hábil en matemáticas ha tenido el tiempo, la oportunidad y la experiencia para comprenderlas. Kilpatrick y sus colegas resumieron lo que se necesita para llegar a ser competente en matemáticas en términos sencillos. Según ellos, “los estudiantes necesitan tiempo suficiente para realizar actividades en torno a un tema matemático específico si quieren llegar a dominarlo. Cuando sólo se les proporcionan uno o dos ejemplos para ilustrar por qué funciona un procedimiento o qué significa un concepto y luego proceden a poner en práctica ese procedimiento o a identificar el concepto, es fácil que no aprendan. Para llegar a ser competentes, necesitan pasar periodos de tiempo sostenidos haciendo matemáticas -resolviendo problemas, razonando, desarrollando la comprensión, practicando habilidades- y construyendo conexiones entre sus conocimientos previos y los nuevos” (Jeremy Kilpatrick y asociados, 2001: página 135).
Cada año se construye sobre los conocimientos de los años anteriores. Esto permite a los alumnos seguir desarrollando su comprensión de los conceptos. Pero lo más importante es darles la oportunidad y el tiempo de experimentar las matemáticas para que las vean como algo relevante en el mundo real. Cuando las matemáticas son abstractas, son difíciles de entender para los alumnos. Si comprenden y relacionan las matemáticas con sus conocimientos y experiencias previas, podrán entenderlas mejor.
Para que los alumnos aprendan y dominen las matemáticas, es necesario que su enseñanza sea eficaz y se centre en lo siguiente:
- darles sentido a las matemáticas
- la resolución de problemas y la investigación
- la utilización de los conocimientos previos de los estudiantes y la comprensión de un tema
- la participación dinámica de los alumnos
- el debate
- la participación de todos
- la evaluación y la reflexión continuas.
Entonces, ¿cómo puede ayudar a su hijo a ser más hábil con las matemáticas? Lo mejor que puede hacer es ayudarles a visualizar las matemáticas en el mundo real. Integre las matemáticas y las charlas sobre matemáticas en su rutina diaria.
Puede ser tan simple como…
- ¿Es probable o improbable que nieve hoy? (pregunta en junio, por ejemplo)
- Si esto cuesta X ¿cuál es el vuelto que recibiría?
- ¿Qué forma tiene este _______?
- Si vamos a volver a pintar este _____ ¿cuál es la superficie que tenemos que cubrir?
- Contemos los pasos de dos en dos, tres en tres, etc. de nuestro camino a la escuela, nuestro paseo, etc.
- Si tenemos 12 trozos de pizza, ¿cuántos le corresponden a cada persona?
Al incorporar las matemáticas a la rutina diaria, los niños pueden ver la importancia de lo que están aprendiendo y cómo se aplica a ellos. Les da más tiempo y la oportunidad de practicar más para entender mejor los conceptos. Es a través de esta práctica y de la aplicación de estos conceptos que los niños llegan a dominar las matemáticas.
Para más información:
National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2001. Adding It Up: Helping Children Learn Mathematics. Washington, DC: The National Academies Press. https://doi.org/10.17226/9822.